Título: Donde aguarda la luz
Autora: María José Sánchez Vázquez
Editorial Azarbe, 2014
ISBN: 978-84-15162-42-1
La luz irrumpe donde ningún sol brilla;
donde no se alza mar alguno, las aguas del corazón
impulsan sus mareas. (Dylan Thomas)
La palabra del alma es la memoria,
la memoria del alma es la esperanza
y ambas se funden como el haz y el envés de una moneda.
(Luis Rosales)
la memoria del alma es la esperanza
y ambas se funden como el haz y el envés de una moneda.
(Luis Rosales)
Donde aguarda la luz es un poemario de tono
fundamentalmente elegíaco, donde destacaría la sensibilidad de su autora,
impresa en todos y cada uno de los 30 poemas que lo componen.
Estamos ante una voz poética reflexiva, que mira al mundo
desde dentro y hacia dentro.
Como ser humano que es nuestra poeta, participa de las luces
y las sombras que nos habitan a todos. En el poemario se recogen los recuerdos
y el olvido, las pérdidas, las ausencias, la memoria hecha palabra, el amor y
sus matices, incluido el desamor, ya sea real o imaginado. También nos
encontramos la resignación, un estoicismo imperturbable que admite con
sabiduría las restas que la vida nos arroja. Así, en el poema “En las arrugas
de mi frente”, destacaría dos maravillosos versos que tanto dicen: porque lo
que temí perder, ya lo he perdido / y lo que ansié ganar, ya no lo espero.
Pese a la carga vital de sufrimiento que impregna un buen
número de estos poemas, la esperanza siempre surge al final como un faro
necesario contra la tentación magnética de la derrota. La poeta encuentra
razones para dicha esperanza en sus propios recuerdos infantiles (como se lee
en el poema “La casa era una fiesta”), también en el amor y la amistad.
Como indica la autora en el último poema, a veces la venda
que llevamos en los ojos nos ciega y ha de ser un golpe de gracia el que nos
permita sentirnos comprometidos “ante un nuevo presente” más benévolo.
(Resumen realizado por la escritora Isabel Martínez
Barquero, que actuó como madrina de "Donde aguarda la luz" junto a
los también escritores José Cantabella Miras y Paco López Mengual).
No hay comentarios :
Publicar un comentario